La idea que en la medida que los sistemas sociales y la tecnología se desarrollan cada vez más imbricados en un tejido de interacciones que trascienden las antiguas fronteras entre los países y las culturas, últimamente se ha transformado en una clásica monserga "la aldea global", sin embargo, este concepto nos acerca cada vez más a lo que ciertos pensadores conciben como el superorganismo. La metáfora de considerar a la red global de comunicaciones, entre las cuales el Web se cuenta como una de las más importantes, como el sistema nervioso de un ser planetario, también ayuda a sumar argumentos a los que profetizan la tesis del superorganismo.
A medida que las redes de computadores se vuelven más inteligentes, se comienzan a vislumbrar como un "cerebro global" o "supercerebro" con capacidades que van más allá que la de los individuos. Esta supuesta transición meta-sistémica es parte de un proceso evolutivo que se piensa nos lleva a niveles mayores de complejidad. Lo que no está del todo claro para los investigadores es si esta transición nos guiará hacia la integración de la humanidad produciendo a la postre un "superser" o lo que ocurrirá será el incremento de las capacidades de los individuos produciendo una multiplicidad de "metaseres". (Bollen. 1995., Bollen & Heylighen. 1997)
La idea de fondo de esta propuesta es que la sociedad global podría llegar a poseer un "cerebro global" como un superser del conocimiento interplanetario. El símil entonces es con la metáfora de concebir a la red global de computadores y otros medios como este supercerebro de la sociedad, que trascienda a la suma de las experiencias y del conocimiento individual, grupal o especializado, atravesando todos los dominios del saber y el conocer, que atesora, aprende, enseña y se adapta, a través del desarrollo de procesos asociativos de complejidad creciente, construyendo bloques de conocimiento en base a la recurrencia de conexiones entre conceptos que interactúan y se auto-refieren frecuentemente tal como lo hacen las redes neuronales, e interactúa y se nutre de sus nodos. El mayor problema que existe aún es desarrollar una serie los algoritmos que permitan a una red de hypermedia auto-organizarse de acuerdo al conocimiento y las necesidades de sus usuarios. De manera tal que, actualmente, se trabaja en el establecimiento de una red experimental que evolucione hasta un estado estable que represente el conocimiento compartido de los participantes, sus estructuras y asociaciones.
Hasta el momento lo más parecido al algoritmo buscado son las llamadas máquinas de búsqueda (searching engines) en el Web, como el Yahoo, el Webcrawler, el Excite y otras cientos, que funcionan activando nodos paralelos cuando el usuario digita las palabras claves relacionadas con la búsqueda de información de su interés, como resultado accesan las bases de datos y la búsqueda en el cyberespacio todos los "links" que contengan un máximo de ellas. No obstante, por el momento son incapaces de relacionar eficientemente conceptos asociados con las palabras ingresadas, ni menos aprender de las búsquedas realizadas.
Recientemente los investigadores de Principia Cybernética, han implementado y probado un sistema que usa los caminos de navegación de los usuarios, para establecer y ajustar dinámicamente las conexiones entre las redes de hypertexto, operando en la medida de sus relaciones asociativas y recurrencia frecuente de conexiones. La dinámica reactualizada de la estructura de las redes se manifiesta a través de un orden, que muestra primordialmente aquellas conexiones con un mayor peso asociativo. Por el momento, los investigadores en esta área creen que así como el paradigma del WWW, limitado como está hoy en día, por la función de distribución de hypertexto e hypermedia a través de las redes de comunicación, mejorará al incorporar los algoritmos adecuados y, podría llegar a futuro a constituirse en un sistema que optimizará las estructuras globales de las redes de hypertexto, de manera tal que su estructura final validará y reflejará de manera eficaz las asociaciones intuitivas de los browsers. Así en el futuro las redes de usuarios conectadas al "cerebro global" podrán obtener conocimiento real del supersistema, actuando como neuronas del cerebro global, probablemente usando la moneda de entregar a su vez parte de su propio conocimiento, en vez de un acceder pasivo, como la herencia de un meme eficaz en este proceso de adaptación a la nueva simbiosis global.
Por otra parte, otros núcleos de investigadores comienzan a trazar mediante el uso de sistemas de información geográfica, los mapas topológicos de las interacciones entre nodos y polígonos en el espacio virtual, produciendo de este modo una cybercartografía del espacio, la cual podría constituirse en otra valiosa herramienta heurística para avanzar en el conocimiento de las interacciones entre los múltiples nodos y sus asociaciones más recurrentes. De esta manera podríamos aprender más sobre cómo se estructuran estas redes en el cyberespacio, y descubrir en tiempo real cuales nodos funcionan asociados con otros más frecuentemente. Esto es posible dado que las direcciones IP de los nodos se pueden convertir a coordenadas geográficas dada su estructura, y por último en un sistema móvil de comunicaciones entre usuarios y nodos es posible técnicamente geoposicionarlas en tiempo real, usando las interfaces adecuados, mediante los sistemas de posicionamiento global (GPS). No sabemos a ciencia cierta qué nos depara la vorágine del futuro cercano, pero sin duda ello tendrá una clara repercusión en nuestros sistemas de conocimiento y en el advenimiento de probablemente una nueva revolución cibernética.
PS: El cerebro Global a mi juicio es la unión de 2 o mas personas con un objetivo comun, de esta manera creamos conocimiento que podemos compartir y disfrutar en cualquier momento, que mejor ejemplo de esto que la pagina de Atina Chile donde todos somos aporte, escribiendo o leyendo, piénsalo ...
A medida que las redes de computadores se vuelven más inteligentes, se comienzan a vislumbrar como un "cerebro global" o "supercerebro" con capacidades que van más allá que la de los individuos. Esta supuesta transición meta-sistémica es parte de un proceso evolutivo que se piensa nos lleva a niveles mayores de complejidad. Lo que no está del todo claro para los investigadores es si esta transición nos guiará hacia la integración de la humanidad produciendo a la postre un "superser" o lo que ocurrirá será el incremento de las capacidades de los individuos produciendo una multiplicidad de "metaseres". (Bollen. 1995., Bollen & Heylighen. 1997)
La idea de fondo de esta propuesta es que la sociedad global podría llegar a poseer un "cerebro global" como un superser del conocimiento interplanetario. El símil entonces es con la metáfora de concebir a la red global de computadores y otros medios como este supercerebro de la sociedad, que trascienda a la suma de las experiencias y del conocimiento individual, grupal o especializado, atravesando todos los dominios del saber y el conocer, que atesora, aprende, enseña y se adapta, a través del desarrollo de procesos asociativos de complejidad creciente, construyendo bloques de conocimiento en base a la recurrencia de conexiones entre conceptos que interactúan y se auto-refieren frecuentemente tal como lo hacen las redes neuronales, e interactúa y se nutre de sus nodos. El mayor problema que existe aún es desarrollar una serie los algoritmos que permitan a una red de hypermedia auto-organizarse de acuerdo al conocimiento y las necesidades de sus usuarios. De manera tal que, actualmente, se trabaja en el establecimiento de una red experimental que evolucione hasta un estado estable que represente el conocimiento compartido de los participantes, sus estructuras y asociaciones.
Hasta el momento lo más parecido al algoritmo buscado son las llamadas máquinas de búsqueda (searching engines) en el Web, como el Yahoo, el Webcrawler, el Excite y otras cientos, que funcionan activando nodos paralelos cuando el usuario digita las palabras claves relacionadas con la búsqueda de información de su interés, como resultado accesan las bases de datos y la búsqueda en el cyberespacio todos los "links" que contengan un máximo de ellas. No obstante, por el momento son incapaces de relacionar eficientemente conceptos asociados con las palabras ingresadas, ni menos aprender de las búsquedas realizadas.
Recientemente los investigadores de Principia Cybernética, han implementado y probado un sistema que usa los caminos de navegación de los usuarios, para establecer y ajustar dinámicamente las conexiones entre las redes de hypertexto, operando en la medida de sus relaciones asociativas y recurrencia frecuente de conexiones. La dinámica reactualizada de la estructura de las redes se manifiesta a través de un orden, que muestra primordialmente aquellas conexiones con un mayor peso asociativo. Por el momento, los investigadores en esta área creen que así como el paradigma del WWW, limitado como está hoy en día, por la función de distribución de hypertexto e hypermedia a través de las redes de comunicación, mejorará al incorporar los algoritmos adecuados y, podría llegar a futuro a constituirse en un sistema que optimizará las estructuras globales de las redes de hypertexto, de manera tal que su estructura final validará y reflejará de manera eficaz las asociaciones intuitivas de los browsers. Así en el futuro las redes de usuarios conectadas al "cerebro global" podrán obtener conocimiento real del supersistema, actuando como neuronas del cerebro global, probablemente usando la moneda de entregar a su vez parte de su propio conocimiento, en vez de un acceder pasivo, como la herencia de un meme eficaz en este proceso de adaptación a la nueva simbiosis global.
Por otra parte, otros núcleos de investigadores comienzan a trazar mediante el uso de sistemas de información geográfica, los mapas topológicos de las interacciones entre nodos y polígonos en el espacio virtual, produciendo de este modo una cybercartografía del espacio, la cual podría constituirse en otra valiosa herramienta heurística para avanzar en el conocimiento de las interacciones entre los múltiples nodos y sus asociaciones más recurrentes. De esta manera podríamos aprender más sobre cómo se estructuran estas redes en el cyberespacio, y descubrir en tiempo real cuales nodos funcionan asociados con otros más frecuentemente. Esto es posible dado que las direcciones IP de los nodos se pueden convertir a coordenadas geográficas dada su estructura, y por último en un sistema móvil de comunicaciones entre usuarios y nodos es posible técnicamente geoposicionarlas en tiempo real, usando las interfaces adecuados, mediante los sistemas de posicionamiento global (GPS). No sabemos a ciencia cierta qué nos depara la vorágine del futuro cercano, pero sin duda ello tendrá una clara repercusión en nuestros sistemas de conocimiento y en el advenimiento de probablemente una nueva revolución cibernética.
PS: El cerebro Global a mi juicio es la unión de 2 o mas personas con un objetivo comun, de esta manera creamos conocimiento que podemos compartir y disfrutar en cualquier momento, que mejor ejemplo de esto que la pagina de Atina Chile donde todos somos aporte, escribiendo o leyendo, piénsalo ...
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