7 ago 2010

Rudyard Kipling - Si...

Si puedes conservar tu cabeza, cuando a tu rededor todos la pierden y te cubren de reproches; Si puedes tener fe en ti mismo, cuando duden de ti los demás hombres y ser igualmente indulgente para su duda; Si puedes esperar, y no sentirte cansado con la espera; Si puedes, siendo blanco de falsedades, no caer en la mentira, Y si eres odiado, no devolver el odio; sin que te creas, por eso, ni demasiado bueno, ni demasiado cuerdo; Si puedes soñar sin que los sueños, imperiosamente te dominen; Si puedes pensar, sin que los pensamientos sean tu objeto único; Si puedes encararte con el triunfo y el desastre, y tratar de la misma manera a esos dos impostores; Si puedes aguantar que a la verdad por ti expuesta la veas retorcida por los pícaros, para convertirla en lazo de los tontos, O contemplar que las cosas a que diste tu vida se han deshecho, y agacharte y construirlas de nuevo, aunque sea con gastados instrumentos! Si eres capaz de juntar, en un solo haz, todos tus triunfos y arriesgarlos, a cara o cruz, en una sola vuelta Y si perdieras, empezar otra vez como cuando empezaste Y nunca mas exhalar una palabra sobre la perdida sufrida! Si puedes obligar a tu corazón, a tus fibras y a tus nervios, a que te obedezcan aun después de haber desfallecido Y que así se mantengan, hasta que en ti no haya otra cosa que la voluntad gritando: “persistid, es la orden!!” Si puedes hablar con multitudes y conservar tu virtud, o alternar con reyes y no perder tus comunes rasgos; Si nadie, ni enemigos, ni amantes amigos, pueden causarte daño; Si todos los hombres pueden contar contigo, pero ninguno demasiado; Si eres capaz de llenar el inexorable minuto, con el valor de los sesenta segundos de la distancia final; Tuya será la tierra y cuanto ella contenga Y lo que vale más, ¡serás un hombre hijo mío! 
 
 

Rudyard Kipling

1 comentario:

rianvanu dijo...

¡Simplemente Extraordinario!